miércoles, 7 de noviembre de 2012

Resumen de la Investigación


Desde los primeros intentos de cacerolazo pudimos detectar una red de personas conectadas a fin de organizar la difusión, logística, comunicación y selección de las fechas de cada uno de los cacerolazos.
Esta red de personas responde a fundaciones y partidos políticos muy vinculados entre sí que ocultan su actuación para mantener el reclamo libre de impugnaciones por su pasado y su verdadero programa de gobierno. Se intenta darle un supuesto carácter espontáneo a un evento organizado hasta el detalle, digitado desde la oposición política, económica y mediática al gobierno de CFK.



La investigación parte de la identificación de los principales responsables operativos, es decir aquellas personas que realizan las tareas necesarias para difundir y gestionar el evento en las redes sociales (administrar los sitios web y comunidades desde donde se convoca, prepapar los textos, consignas, afiches y flyers, financiar la publicidad, actualizar los contenidos en las páginas, etc.). Una vez detectado este núcleo de responsables operativos, se logró comprobar que existen números vínculos entre ellos y a su vez, que responden a un grupo de fundaciones de corte liberal cercanas a los partidos políticos de la oposición e incluso, en algunos casos, directamente para dichos partidos.
De esta forma, pudimos comprobar que quiénes gestionan el cacerolazo trabajan para, esencialmente:
-Fundaciones de corte ultraliberal, en especial la fundación Libertad y Progreso, entre cuyos referentes se encuentran ex ministros de la dictadura (Manuel Solanet, José María Dagnino Pastore), dirigentes políticos como Ricardo López Murphy, intelectuales y técnicos de derecha como Roberto Cachanosky, Alberto Benegas Lynch y periodistas de La Nación, como Belén Manfroni y Marcos Aguinis. Esta fundación tiene firmadas alianzas estratégicas y acuerdos de colaboración con CRA, la Sociedad Rural, la Fundación Despertar y otras representantes de las patronales agrarias y con otras fundaciones del sector ultraliberal como Fundación Naumann (que trabaja en conjunto con Patricia Bullrich) y el Partido Liberal Libertario (uno de los más activos en la organización del cacerolazo en la web, siendo sus tres principales dirigentes empresarios o expertos del sector de la informática). Este grupo se encargó especialmente de la gestión de los eventos y elaboración y difusión de las consignas y contenidos.
-Fundaciones que responden a las patronales agrarias, esencialmente la Fundación Despertar, presidida por Luciano Miguens (ex presidente de la Rural durante el conflicto por la 125), secundado por José Claudio Escribano (ex subdirector de La Nación, tristemente recordado por intentar fallidamente imponerle un “pliego de condiciones” al ex presidente Néstor Kirchner apenas asumió y por pronosticar luego que sólo tendría un año de gobierno). Completan la comisión directiva representantes tanto de las patronales como de las multinacionales del sector como Bunge y Monsanto.
-Un sector que responde directamente al PRO, nucleado en la Fundación Fragua (dirigida por el director de educación pública del macrismo, Max Gulmanelli, secundado por varios asesores del Ministerio de Educación que conduce Esteban Bullrich), pero además con alianzas a través de Argentina Ciudadana, la fundación que lidera el Rabino Bergman y de la Fundación Pensar, definida como la “usina de ideas del PRO” (donde encontramos, entre otros, a Luciano Miguens, de Despertar, y Gerardo Bongiovanni, que dirige la Fundación Libertad). El legislador Sergio Bergman, asimismo, ha firmado acuerdos de colaboración con Libertad y Progreso por medio de la Fundación Judaica, que también preside.
-Un sector que responde a la Coalición Cívica y a Unión por Todos, el partido de Patricia Bullrich que integró la Coalición en las elecciones de 2011. Este sector se núclea en las fundaciones REC (Red Encuentro Ciudadano) y la Fundación Friedrich Naumann, una organización multinacional que ya tuvo serias acusaciones por estar implicada en el golpe de estado contra Manuel Zelaya en Honduras. Los responsables operativos trabajan para o en conjunto con Patricia Bullrich, Claudio Bargach (dirigente de la Coalición Cívica que preside el área de capacitación de fiscales y fue candidato a legislador porteño en 2011) y Héctor “Toty” Flores, diputado con mandato cumplido y hoy por hoy, uno de los cuadros más cercanos a Elisa Carrió.

-Un sector de ultraderecha, que se encarga fundamentalmente de la comunicación a través de medios pseudo periodísticos que operan en portales Web. Este sector responde a ex agentes de servicios de inteligencia procesados por la Justicia, como Héctor Alderete, titular del SEPRIN y a los editores de Tribuna de Periodistas (Christian Sanz, uno de los fundadores de SEPRIN, y Eliana Toro, pareja del espía prófugo de la justicia y exiliado en Uruguay Iván Velázquez). Estos sectores actúan coordinadamente con una serie de medios digitales vinculados a Alternativa Social, el partido neonazi de Alejandro Biondini, para el cual trabaja Nidia Osimani (de Tribuna de Periodistas) y donde escribe Carlos Belgrano, escritor de ultra derecha que hizo circular por Internet una carta donde llama a las FFAA a dar un golpe de estado el 8-N aprovechando el escenario de movilización opositora.

Este núcleo tiene, como se desarrolla en el informe, numerosos nexos entre sí, lo que permite su funcionamiento no como grupos aislados sino como un sector coordinado, capaz de realizar tareas en conjunto, fijar las fechas y horas de las convocatorias, encarar la difusión de las mismas, etc.

Asimismo, el sector de las fundaciones liberales se vale de los medios hegemónicos (con quién comparte incluso dirigentes y cuadros operativos), para orquestar juntos decenas de operaciones de prensa.
La dinámica utilizada, que se describirá a continuación, ha permitido que el núcleo de técnicos y fundaciones involucradas sean utilizadas como fuentes en unas cien notas de los medios de Clarín y La Nación.
El patrón de conducta es el siguiente: las fundaciones elaboran, con el supuesto “poder de verdad” que sus cuadros técnicos le confieren, informes que reflejan sus consignas políticas (intentando demostrar, por ejemplo, que en Argentina se violan libertades individuales y económicas, se abusa en la presión tributaria, no se respeta la propiedad privada, no existe un grado razonable de calidad institucional y otros “eslóganes” repetidos hasta el hartazgo en las corporaciones mediáticas). Estos informes son levantados por los medios, que los presentan como datos de calidad científica y objetiva (con títulos como “Argentina, entre los peores países en libertad económica”), ignorando que dichas publicaciones no son realizadas por entes internacionales ni científicos sino por fundaciones aliadas a los partidos de la oposición, y que incluso tienen cuadros políticos de la misma entre sus miembros. A su vez, aprovechando la difusión que esto les otorga, las Fundaciones se encargan de hacer circular estas consignas anti-Estado en Internet, utilizando a tal fin a sus responsables operativos, que manejan en buena medida la gestión de los eventos. Es decir, ellos mismos crean las consignas que se escuchan en el cacerolazo, las difunden masivamente a través de los medios y luego convocan al cacerolazo, justificándolo con esas mismas consignas.

2 comentarios:

  1. Como están tan seguros de que esto es así ??? De esta forma hicieron que se fuera Alfonsin y Nestor estaba involucrado??? Que lamentable !!!

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  2. Lo que pasa entre Argentinos es una cosa, pero hay que verficiar si haya "apoyo"= $$$ de ONGs del "Norte"... "Ojo"!

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